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Cuídate
¡Ponte vivo! La seguridad personal no depende solo de la suerte, sino de los hábitos que adoptamos día a día. Ser precavido puede marcar la diferencia entre evitar o ser víctima de un robo, asalto o situación de acoso. La clave está en desarrollar una actitud consciente y alerta ante nuestro entorno.
Un primer paso es mantenernos atentos a lo que ocurre a nuestro alrededor. Evita usar el celular mientras caminas, especialmente en zonas poco transitadas. Camina siempre por calles con movimiento, donde haya otras personas, y no te distraigas con audífonos o conversaciones que te hagan perder contacto con lo que sucede cerca de ti.
Otro punto importante es no exhibir objetos de valor como joyas o relojes costosos, ya que llaman la atención de personas con malas intenciones. Además, no proporciones información personal ni respondas preguntas sobre direcciones o ubicaciones si provienen de desconocidos, especialmente si se acercan desde un vehículo. Podría tratarse de una distracción o intento de engaño.
Cuidarnos es responsabilidad de todos. Adoptar estos hábitos no solo protege tu seguridad, también envía un mensaje claro: estamos atentos, prevenidos y comprometidos con nuestra integridad y la de quienes nos rodean. OJO, mucho OJO.